Muchas
de las especies de plantas del Ecuador, que
se estima sobrepasan las 20000 especies, se
encuentran en peligro de extinción.
Las
plantas son uno de los grupos de organismos
más variados e interesantes del planeta.
Casi todas las especies producen su propio alimento,
mediante la fotosíntesis, utilizando
la energía solar para formar azúcares
(carbohidratos) a partir del dióxido
de carbono (CO2), y agua. Durante este proceso
las plantas rompen la molécula de agua
y liberan oxígeno como un producto de
desecho. Pero es justamente el oxígeno
el que sustenta la vida de muchos otros seres
vivientes de la tierra. Además nos ofrecen
alimento, medicinas y abrigo, son ornamentales
y producen olores y colores agradables que recrean
nuestros sentidos y favorecen la vida de otros
organismos.
Es poco lo que conocemos sobre el origen y el
pasado de las plantas ecuatorianas. Sin embargo,
existe una muestra de cómo eran hace
70 millones de años en el bosque petrificado
de Puyango, ubicado entre las provincias de
Loja y El Oro. Este bosque alberga maderas fósiles
de plantas con semilla emparentadas con las
coníferas y helechos fósiles;
es el único parque de la era inferior
cretácica de la costa oeste de América
del Sur y constituye la colección de
madera petrificada más grande del mundo.
En la actualidad, la diversidad de plantas ecuatorianas
es muy grande; se estima que existen 20 000
especies, incluyendo helechos y plantas con
semilla. De acuerdo con el Catálogo de
Plantas Vasculares del Ecuador (1999), preparado
por más de 200 científicos,* hasta
el momento se han
descrito 15 306 especies de
plantas, las cuales se encuentran depositadas
en los herbarios de todo el mundo. Entre estos
registros se cuentan 595 especies introducidas,
de las cuales 346 corresponden a especies que
son cultivadas. El resto fueron introducidas
accidentalmente. La diversidad en el Ecuador
resulta extremada mente alta cuando la comparamos
con la de otros países. Por ejemplo,
en Perú, un país tropical cuyas
regiones naturales son similares a las de Ecuador,
pero con un territorio cinco veces más
extenso, se estima que existen 25 000 especies
de plantas vasculares (en su catálogo
constan 17 144 especies con semilla), esto es,
cuatro veces menos especies por km2 que Ecuador.
La mayoría de las especies nativas del
Ecuador también existen en otros países
como Colombia y Perú o pueden alcanzar
Centroamérica o Bolivia, o incluso otros
continentes. Pero aproximadamente una de cada
cuatro especies ecuatorianas son endémicas,
es decir, se encuentran exclusivamente en el
Ecuador. Actualmente se conocen 4 143 especies
endémicas (27% de las 15 306 registradas).
Se estima que de cada dos especies nuevas que
se descubren en el país, una resulta
ser endémica. Con frecuencia el número
de estas puede disminuir si se encuentran en
zonas aún inexploradas de otros países
(especialmente en los países vecinos)
o puede aumentar si se encuentran nuevas endémicas
en arcas inexploradas del Ecuador.
En cuanto a regiones naturales, la más
diversa es la región andina, a pesar
de que ha sido la más deforestada del
país. De cada 100 especies ecuatorianas
64 in andinas. Muchas se encuentran compartidas
entre las regiones; así, por ejemplo,
en la Costa se encuentran 1 956 especies que
alcanzan estribaciones de los Andes hasta la
Sierra y a su vez, en la Amazonía existen
1 803 especies también crecen en la Sierra.
Los llamados
árboles de papel o bosques polylepis son los más
sobresalientes en el Ilinizas. También encontramos pajonales,
chuquiraguas, chochos de monte, puyas y pequeñas flores
amarillas.
En la reserva
crecen unas plantas llamadas "orejas de conejo", plantas
adaptadas al frío y al inhóspito suelo.
En la zona del volcán Quilotoa se cultiva papa, cebada
y chochos, aunque los animales introducidos en el ambiente han
alterado la flora del lugar. Estudios científicos revelan
que hay 82 especies útiles para la medicina. En los bosques,
ubicados en el lado occidental de la reserva, crecen helechos,
matapalos, tachuelos, alisos y orquídeas.
Dentro de las especies de fauna, destacan los osos de anteojos,
pumas y venados.
La reserva
ecológica Ilinizas posee recursos naturales muy atractivos
para los turistas. Pero hay que decir que todavía no tiene
una buena infraestructura. Hay servicios básicos en ciertas
poblaciones. Algunos colonos se encuentran ubicados dentro del
área protegida y esto hace difícil el manejo de
la reserva.
En fin, quien
esté dispuesto a conocer un paisaje singular, puede aventurarse
a estar dentro del cráter apagado del Quilotoa o en la
misma cumbre del Iliniza. El paisaje de los páramos y la
lejana figura del Cotopaxi son razones suficientes para no olvidar
los Ilinizas.